lunes, 24 de enero de 2011

El valor de un adiós...

Desde que te fuiste no sé cómo expresar mis sentimientos, desde que desapareciste sin decir adiós creo que algo en mi corazón cambió pero para siempre. No se puede remediar, no se puede usar más celo porque está gastado, no existe pegamento que logre armar de nuevo lo que siento.

Te fuiste, pensé que jamás te volvería a ver, todo se hizo negro, hasta perdí la ilusión, la esperanza, las ganas de vivir, necesitaba olvidar, necesitaba perderme para encontrarme con lo que era ahora, con la persona en la que me había convertido. Eso era yo? Sí porque cambió hasta mis gen, cambió mi forma de ser y con ella la forma de ser de mi descendencia. No pensaba que volvería a verte más

Cuando volviste, me enteré que estabas bien y como había pasado demasiado tiempo, no me produjo nada en mi interior, no sé si sería porque el tiempo me anestesió o porque el tiempo fue cruel conmigo...

Supongo que a veces necesitamos ver eso, ver que lo hemos superado, demostrarnos que lo hemos superado que no nos afecta tanto como creíamos y eso es algo gratificante realmente

4 comentarios:

Anónimo dijo...

Un adiós puede ser muy difícil de superar... uno se encierra, y cambia totalmente...
dicen que eso es bueno, que sirve para uno conocerse mejor y madurar, hacerse mayor...
pero yo no estoy tan segura, a mi sólo me han servido para ser más infeliz y volverme más distante de los demás...
besitos!!!

CreatiBea dijo...

Totalmente de acuerdo. Es gratificante y reconfortante ver que ya no sientes nada, sobre todo si el adiós te dejo hecho/a polvo.

Un abrazo.

Pilar Abalorios dijo...

El dolor con el tiempo se convierte en coraza, y precisamos más tiempo para recuperarnos del que nos indica nuestra capacidad de no llorar ante lo que nos hizo daño.
Después, tiempo después, parte de quien fuimos vuelve.

Un abrazo, valiente

Silvia☺ dijo...

El tiempo cura lo cura todo, no lo eh experimentado pero eso dicen... Sera cierto? Un adios puede doler...
Un beso si puedes pasate!