miércoles, 16 de febrero de 2011

Amanecer.

Los atardeceres, los amaneceres, son inútiles, vacíos en el tiempo, horas sin rellenar, simples sucesos diarios que tienen la importancia de la nada, no son apreciados como deberían serlo, no son cómo deberían ser.

Un amanecer con la persona a la que amas, con los amigos que siempre tuviste, con la familia a la que tanto amas, un amanecer con esas personas que han trastocado nuestro mundo no tiene precio alguno, es incalculable su valor, impensable que podamos estimar la cantidad de alegría, de satisfacción del bienestar que vamos a sentir cuando veamos algo maravilloso con las personas adecuadas.

Se que las personas que más queremos lo saben todo de nosotros si prestan atención, porque le contamos todo, cualquier cosa por insignificante que sea que nos haya pasado al día, entonces hacemos a esa persona parte de nuestra vida. Como no es lo mismo contarlo que vivirlo, un amanecer con alguien estimado no se puede calcular el valor de lo que va a significar.

Amaneceres todos los días quiero ver, agarrada de tus gélidas manos y fundirme en tu piel, tocarte, sentirte a mi lado, esperar a que los barcos zarpen para verlos desaparecer en el horizonte, donde casi se tocan con el sol que a duras penas y después de su letargo sale para darle los buenos días al mundo. Amaneceres hay muchísimos pero dicen que solamente uno es el que vale, que solo valen los amaneceres de corazón que tienen un significado y que disfrutas con otros ojos.

El amanecer se puede pintar, el amanecer se puede fotografiar, el amanecer se puede grabar, el amanecer se puede ver, se puede sentir pero el amanecer apenas se puede describir. Se necesita de material visual por decirlo así para poder percibir un ápice de lo que hablo y ni aún así porque las palabras se quedarían cortas o ninguna llegaría a lo que querría explicar.

Ese amanecer, no tiene precio, no tendrá precio y jamás se asemejara a este que he visto. El mejor amanecer es el que uno quiere sentirlo como el mejor y que mejor que haberlo vivido contigo. Tener la suerte de ver uno con la persona que amas, los amigos después de fiesta y la familia no tiene precio alguno.

Si me detuviera a hablar de los rayos de sol... me da para otra entrada aún más larga.

5 comentarios:

Anónimo dijo...

Bonita entrada...
has hecho que recuerde amaneceres especiales de mi vida :)
gracias! y besosss!

Leibnitz dijo...

Amanecer... más, amanecer junto a la persona que ha anochecido a tu lado... ¿Qué tendrán los ciclos astronómicos que tanto nos hacen pensar?

¡Un abrazo!

Pilar Abalorios dijo...

Amanece que no es poco, preciosas palabras que transmiten realidad.

Un saludo

Anónimo dijo...

Que linda entrada
totalmete de acuerdo contigo
besitos!!

Anónimo dijo...

sentimiento de sentirse vivo