jueves, 17 de febrero de 2011

Inconcluso

El sol tiene muchas propiedades y yo quiero hablar de una en concreto. La sensación que tienes cuando vas por primera vez a la playa en verano, te quitas la camiseta y en bikini miras al cielo con los ojos cerrados para que el sol te inunde con sus rayos. Esa sensación los primero días de primavera donde el frío queda pero el sol se va apoderando, sales al patio, al jardín o por la calle mismo te paras y miras al cielo para encontrar ese calor en la cara que se siente. Ese sol es del que hablo, esos rayos que te hacen sentir bien, un calor reconfortante por el que no tienes que pagar, por el que no te tienes que abrigar, un calor gustoso con gracia. Esa sensación la he sentido estos días atrás, ir a un parque, poner una toalla o la misma chaqueta mirar al cielo con los ojos cerrados y sentir el sol en mi cara, en mi pelo, en mis mejillas, en mis brazos, la calma me inundó en segundos, el ambiente hizo que se me derritieran los labios, el olor a naturaleza, la claridad del día, los niños jugando y los pajaros de un lado a otro.

Esa sensación me encanta, me produce el mismo sabor que un helado en verano dónde el calor te inunda, la misma sensación que cuando te vas a dar un baño de agua caliente y metes la punta del pie o la mano para saber qué temperatura, te metes en el agua y todo tu cuerpo sufre una serie de escalofríos y acomodamiento al agua que te gusta.

Esa sensación la tengo declara un pequeño gusto del día que te das cuando llegas a casa, un pequeño gusto, un pequeño placer, por decirlo de otro modo. Cuando te quitas los tacones, cuando por las mañanas te despiertas en una cama acogedora y calentita.


Por esas sensaciones vivo cada día, por esas sensaciones dejo que mi mundo mañana sea otro diferente porque si algo me ha deprimido o me ha aburrido, o me ha hecho sentir triste, decepcionada, cansada, angustiada, enfadada, me doy un pequeño placer que no cuesta nada.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Que rico!
Cuando era pequeña me encantaba coger sol en la azotea de casa de mi abuela... cuando daba el resolito!
Los baños con agua caliente, las sábanas calentitas...
como se echan en falta algunas de estas sensaciones ahora que estamos en invierno!
besitos

Mar dijo...

Hola:

Eso está bien, lo cierto es que esta mañana yo también me he puesto un ratito al sol y me ha sentado de maravilla.

Besos.