jueves, 10 de marzo de 2011

Enough



Basta!

Cuando llegamos al limite? Cuando decimos una y no más? Cuando realmente se cumple el una y no más? Cuando por el amor de Dios, cuando?

Llegar al limite a veces es sencillo pero otras veces se ve que uno no tiene límite, que debería tenerlo y no quiere tenerlo. Me refiero a los límites cuando se hacen cosas por encima de la ley, por encima de lo que está moralmente bien porque no aguantas más, por encima de lo que haría una persona normal que no está loca de atar por su pareja. Dónde está ese límite?

Hay muchos factores que influyen en el basta. El primer factor es según te levantes ese día, ese día a lo mejor no puedes ni siquiera mirarte al espejo porque te ves horrible, tienes un día malo y el basta es como que debería llegar pero no llega, te acuestas con la autosuficiencia de haber sobrevivido un día más en la sociedad que te rodea. Segundo factor, si te levantas con ganas de comerte el mundo es más probable que digas antes el basta, porque seguramente que ese día te sientas ganador, sientas que nada te puede hundir y que el basta y sus consecuencias son meras afirmaciones que deberían haber llegado hace mucho tiempo. El tercer y último factor es cuando no te lo esperas, cuando te levantas como el resto de los mortales, con la moral estable, con conformismo y es como un día cualquiera en otra vida más cualquiera que te puede afectar para bien o para menos.

Cuando una persona no dice el basta, es por miedo, la mayoría de las ocasiones por miedo, en el trabajo por miedo a ser echado, a tu familia por miedo a que les duela y llevarte una consecuencia de la que uno se suele arrepentir, con los amigos hay miedo porque entonces no te llamarán y no te tomarán en cuenta al día siguiente, porque tendrás que pedir demasiados perdones y por otro lado, con la pareja el basta no llega por una infinidad de razones y motivos que solo una persona conoce, miedo, egoísmo, ternura o amor. Por amor se hacen muchas cosas y por amor se aplazan demasiados bastas!

Hoy pude haber dicho demasiados bastas, a amigos, a familia, a la pareja pero no los dije, hoy digamos que me quedé con las ganas, que me superó el día, que la lluvia y el frío mermaron mis fuerzas.

Sé lo que ha pasado hoy pero no sé lo que pasará mañana.

4 comentarios:

Pilar Abalorios dijo...

Hay días en los que el triunfo es simplemente conseguir volver a la cama sin haber roto nada que no tenga arreglo.

Hay que decir basta, sin rabia, sin ira, y con al menos una noche de sueño para poner distancia.

Salvo que peligre tu integridad y no solo física.

Anónimo dijo...

Creo que si necesitas decir basta... debes decirlo, con calma, sin ataques de nervios, sin insultar...
Muchas veces callé por miedo... pero hace unas semanas que no pude más y dije varios bastas... y sabes que? no pasó nada malo... al principio se sorprendieron, pero todos me entendieron... y ahora va mucho mejor todo.
Besitos

Leibnitz dijo...

Umn tengo que darle la razón a Monica, basta es una palabra que tiene que decirse con la voz calmada y el pecho frio. De un basta no vale arrepentirse, no por los demás sino por uno mismo.

¡Un abrazo muy fuerte!

Elvis dijo...

Hay que decir basta cuando sea necesario, sin pensar en el daño que se pueda ocasionar.
Quien te aprecie de verdad sabrá entenderlo, y quien no lo entienda será porque no respeta tus sentimientos.
Si no, el único perjudicado es quien se calla.
Besos.