sábado, 14 de julio de 2012

La chica mala

Me gustaría ser la chica mala, me encantaría disfrutar de un cigarro aliñado, me gustaría tomarme un buen vino a la luz de la luna en la playa, me gustaría emborracharme una vez tanto que a la mañana siguiente no recuerde nada, me gustaría robar un banco, o tirarme de un puente, me gustaria ser una chica mala y acostarme con un hombre casado o desconocido, o un amigo, me gustaría que me llamaran la chica adultera, me gustaría no tener que dar explicaciones, ser independiente y poder vivir como yo quiero y no pido riquezas.

Pido tener las amigas que quiero y los amigos que quiero. Pido tener el amor que quiero y cuando lo quiero.

Pido poder decidir que quiero y que no quiero en mi vida.

Pido, pido y pido pero no decido y porque?

Porque tengo miedo. Porque me da miedo que las cosas salgan mal, tengo miedo a la soledad y tengo miedo a romper con todo para no tener nada...



3 comentarios:

Pilar Abalorios dijo...

Tener lo que no quieres por miedo a perderlo, quizás no sea más que un estado preciso para que entiendas quien no eres y te atrevas.

Un beso

Gala dijo...

En primer lugar darte la bienvenida al mundo blogger otra vez, no me habia dado cuenta que habias vuelto, tal vez porque no me actualizaba el bloger, ultimamente anda algo revuelto, al menos el mio.
Pero ahora que ya estoy aqui, me alegro que estés y poder disfrutar tus letras.

En cuanto a la entrada, que puedo decirte, todos queremos muchas cosas, incluso me atrevería a decir que tenemos perfectamente claro que queremos en nuestra vida, una imagen nítida de que necesitamos e incluso como conseguirlo, el problema como bien dices es casi siempre el miedo.
Si te sirve de algo mi experiencia y como no me gusta dar consejos te diré, que yo he aprendido a seguir adelante aun con miedo. A luchar por lo que me gusta, a enfrentarme a lo desconocido e incluso a mi misma y que salga el sol por Antequera, porque si algo he podido vivir en carne propia de unos meses a este tiempo, es que si no te arriesgas te vas muriendo poco a poco, paralizada por esa indecisión que no te deja avanzar y lo que es peor reconcomiendote por el sentimiento de culpa o en otros casos de inconformismo que se genera.

Toma decisiones, a veces es mejor sola que mal acompañada, y quien nada tiene nada pierde, desde el punto cero, sólo se puede crecer.
Como cuando caemos al suelo, más abajo no podemos ir, sólo queda levantarnos y seguir andando.
Los problemas vendrán igual, pero al menos lo habrás intentado.

Besitos mediterráneos.

teologiadeS dijo...

Muchas gracias por tu comentario y la verdad que llevas razón pero digamos que me falta el empuje!

Un saludo