Nadia es una persona valiente, no tiene miedo a nada ni a nadie. Se levanta todos los días a hacer su rutina diaria como si fuera el último día. Jamás conocí a una persona tan especial como es, ella me hace ver la parte buena de la vida. Es de esas personas que solamente con decirte una frase de la manera que la dice, el entusiasmo que pone, el empeño que transmite su mirada te hace ver la realidad sin que te des cuenta y en menos de un segundo. Es una persona que cree que todos tienen un buen fondo. Así es, una persona que conoces y difícilmente la olvidas.
Aquel día salió la parte valiente de Nadia, conoció a un chico vía chat y compartió con el algo más que simples mentiras, compartió la verdad de su vida y su teléfono. Alberto se llama y de 2o años le sacaba 4 a Nadia pero a ella no le importaba lo más mínimo. Alberto vive en otra ciudad a unos 140 km de ella. Quedaron. Él vendría a verla, Nadia estaba nerviosa, estaba histérica pero me decía que iba a acudir a la cita, que no era justo que un chico después de lanzarse al vacío, querer conocerla y recorrer 140 km a su encuentro se quedara viendo que se desvanecía la idea que se hizo de ella. Nadia se armó de valentía y fue a conocerlo.
Hola cómo estás fueron sus primeras palabras y dos besos. Alberto le dijo que entrara al coche e irían a algún lugar a hablar. Qué mejor lugar pensó ella que llevarle a una tetería dónde se sentaron en el suelo, pidieron un té moruno para los dos y compartieron una hora de miradas, conversaciones y gestos algo incómodas pero llenas de incertidumbre e inseguridad por ambas partes. Cuando salieron de la tetería se hallaron en una encrucijada él quería seguir con ella no quería volver a su casa, no quería ver como su sueño se escapa cómo su persona chiquitita que le atraía enormemente se alejaba hacia su casa y pensando que pudo ser la primera y la última vez que la vería. En cuanto la vio dijo: "es para mí es la mujer de mi vida, será la madre de mis hijos".
Ahora bien, ¿ella pensó lo mismo?
Sabéis la respuesta porque ella tenía a Luis en la mente y en el corazón había un importante pedazo que llevaba su nombre escrito. Pero ¿qué podía hacer? ella debía olvidar, debía pasar página y digamos que tuvo receptividad hacia las ondas que Alberto le mandaba constantemente.
Fueron a un parque, conversaron, bueno más bien fue un monólogo de Nadia mientras él fumaba y se paseaba de un lado a otro razonando y pensando en sus cosas. Tenía una actitud algo extraña.
Al llegar la noche como Nadia tenía 16 años en esos momentos y como cualquier chica de esa edad debía estar en casa a las 12 de la noche, se retrasó media hora porque temía separarse de Alberto, algo le sucedió, su cabeza daba vueltas su cabeza le decía a gritos ahogados que lo abrazara y no lo soltara nunca. Raro. Muy raro ¿verdad?.
El momento que Alberto cogió su mano delicadamente, le llegó al corazón, el cual se paró y dio un giro de 360º.
Nadia esperaba ansiosa que Alberto se lanzara a besarla, pero no sucedió, Alberto se fue dejándola en su casa. Justo media hora después,ella estaba en la cama y sonó la vibración de su móvil con un mensaje que decía:"me quedé con ganas de darte un beso".
Nadia no tenía ganas de tonterías ni de sufrir de nuevo y le dejo en un mensaje de vuelta algo más chocante de lo normal: "si no me besaste fue porque no quisiste".
Al día siguiente el la llamó y así pasaron una semana hasta que se volvieron a ver... hablando todos los días dos y tres veces.
¿AMOR? ¿QUÍMICA?
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