jueves, 12 de mayo de 2011

Impactada

Esta mañana como todos los miércoles tenía clase de psicología de la sexualidad y vinieron a darnos una charla, cuando el miércoles pasado el profesor de esa asignatura dijo que vendrían a darnos una charla, nosotros pensamos que iba a ser estupenda y que sería totalmente enriquecedora.

A todos nos da morbo hablar de sexo, todos tenemos mil preguntas que no hacemos por vergüenza o pudor, todos somos así y nos conformamos simplemente con hacernos a la idea de que nuestras dudas nos las resolverá  el tiempo y la experiencia, pero porqué no? porque no nos informamos, porqué no preguntamos a las personas de nuestro entorno. Pues muy sencillo, por pudor, tabú, vergüenza, cuestiones religiosas, por una infinidad de motivos que si empiezo a nombrarlos y analizarlos todos me quedaría dormida encima del teclado, y no son horas.
También hay que echarle la culpa a la historia, sí a la historia porque los años de opresiones, de cautiverio, de reglas sociales morales que se suponían estar bien vistas y que si ahora miramos atrás en el tiempo nos damos cuenta que esas normas se han quedado desfasadas y totalmente anticuadas. Pero es nuestra historia, hemos pasado por una dictadura que controlaba toda la libertad de expresión y que era completamente opresiva a las minorías, no se podía hablar de nada y te enterabas de las cosas con el paso de los años o investigando por tu cuenta.
Ya ni si quiera quiero entrar a mencionar el papel de la mujer, ¿porqué está mal visto que una mujer se masturbe? ¿porqué? No lo comprendería jamás pero es la norma o la ley establecida de la cual no sabemos ni quién la estableció, ni cómo, ni porqué.

Me desvío del tema, pero es que cuando me pongo a escribir sin pensar me sale todo y sin forzar nada.

En fin, la semana pasada nos dijo nuestro profesor que venían a darnos una charla y nosotros curiosos como siempre preguntamos que quién sería y que si tenía acreditaciones y cuáles eran éstas. Nos dijo que era un hombre tetraplejico.

Al escuchar eso pensé que cómo iba a ser posible, que sería más interesante aún. Durante esa semana nos hemos dedicado a establecer hipótesis de cómo una persona tetraplejica podría darnos una charla de sexo, sobre sexualidad, mejor dicho. Pues bien lo hizo. Y creo que jamás iré a otra charla de sexo igual.

No solo he aprendido más cosas sobre sexo, he aprendido además que las personas con este tipo de discapacidades y espero no ofender a nadie son personas vitales, enérgicas que no tienen porqué estar deprimidas, son personas que luchan y personas que realmente son iguales.

Es como por ejemplo una persona invidente, es decir, ciega. Una persona ciega desarrolla el tacto y el oído más que las personas que poseen todas sus facultades y termina volviéndose un don para ellos.
Como nos han dicho, el sexo no es simplemente penetrar y a saco, el sexo consta de un sin fin de oportunidades, de una amplia gama de juegos, posturas, imaginaciones, sentimientos que se cruzan, porque cuando hay confianza eres capaz de hacer todo y de todo sin miedo y con prudencia. Este hombre no sentía de  hombros hacia abajo y me quedé alucinada porque vino a dar la charla con su pareja y ella presumía de lo encantada que estaba y decía que era alucinante porque es una persona que la llena completamente.

Como se miraban, como hacía bromas el y ella se reía, como decía ella chicas, que puede hacer de todo. Ella nos contó que al principio era rehacia pero como toda mujer o todo hombre que no ha tenido una educación completamente libertadora, es normal tener miedos, dudas, sentimientos de rechazo, eso es normal. Pero pocos tienen las agallas de enfrentarse a lo nuevo y de saber cómo salen las cosas.

Ha sido impactante, de por sí sales de la charla diciendo joder, toda mi vida pensando una cosa y resulta que es otra totalmente diferente, el descubrimiento de un nuevo paradigma que crea confusión y expectación.

Entré sintiendo pena y salí sintiendo una admiración terrible y unas ganas de ver la vida como ellos la tienen.
Hay que ver lo que dan dos horas de que una persona que si te encuentras por la calle jamás te acercarías a ella o la tratarías como a un perrillo lastimado, hay que ver como esa persona en dos horas ha cambiado nuestro mundo y nos ha enseñado más en dos horas, repito, que en toda nuestra carrera cosas sobre terapia y experiencia.

Alucinante.

Me despido con la misma foto que se despidió ese gran maestro.

5 comentarios:

CreatiBea dijo...

Genial por tu profesor por ofreceros la oportunidad de asistir a esta charla. A mi me hubiese encantado haber estado allí.

Por lo que cuentas y cómo lo cuentas debe hacer sido genial.

Efectivamente el sexo está en la cabeza.

Besos y gracias por compartir esta experiencia.

galmar dijo...

en alguna parte tengo un pdf sobre sexualidad y discapacidad (o dicho de otro modo, diversidad funcional:)
un besoteeee!! y me alegro de que la charla haya sido tan estimulante :)

Anónimo dijo...

Aaay que envidia me das siempre!
siempre se me quedará la puíta de no haber estudiado psicología...

Tuvo que ser super interesante esa charla... son ese tipo de personas, que se superan, las que le dan a uno ganas de vivir, y la sensación de que todo se puede.

Besitos!

Pilar Abalorios dijo...

Cuando la vida te lo pone dificil y aún así no te rindes, debe ser cuando se hace realidad aquello de que no hay límites.

Me alegra que la experiencia haya sido tan estimulante y sobre todo que te haya abierto los ojos para ver más allá de una silla de ruedas.

Un saludo

teologiadeS dijo...

Totalmente instructiva y realmente enriquecedora, he aprendido más en esa charla que en mucho tiempo.

Y lo siento Algar pero se me olvidó lo de diversidad sexual.

Un saludo y gracias.