jueves, 5 de mayo de 2011

Reloj de mano

Para mi el reloj tiene dos significados. Uno el de las prisas y otro el de la lentitud. Cierto es que el tiempo tiene su lógica, su invención, su mecanismo para ir a su ritmo, para no esperar a nadie ni ponerse a expensas de nadie salvo el mismo, no tiene dueño, tampoco tiene jefe, ni alma gemela, el reloj es su único dios, su único señor, su único dueño.

Hay muchos tipos de relojes, de pulsera, de bolsillo, de pared, de cuco, de arena y una infinidad de tipos más que me dejo en el tintero porque sino estaría hasta mañana escribiendo.

¿Porqué quiero escribir esto?

Porque me he dado cuenta de algo valioso. Todos en esta vida estamos anclados a todos los tipos de relojes, al de mano, porque tenemos que llegar bien a los sitios, porque tenemos que hacer nuestro trabajo a una hora, porque tenemos que disfrutar a otra, porque tenemos que saber en qué hora estamos para percibirnos a nosotros mismos, para percibir la realidad de nosotros mismos, el reloj biológico porque nos dice cuándo comer, cuándo dormir, cuándo hacer el amor, cuándo casarnos, cuándo irnos de fiesta, etc.

Todos los relojes tienen una función y esta entrada es para el reloj de mano, el que llevamos a modo de pulsera, que puede ser electrónico o no, que puede ser de correa o no.
Hoy me molestaba el reloj en la muñeca, antes de continuar debo decir que soy persona que se guía mucho por los instintos y cuando se acerca el verano no puedo llevar ningún tipo de colgante, reloj, pulsera, anillo, etc. porque es superior a mi, motivos que desconozco, a lo que iba. Hoy me molestaba el reloj porque estaba estudiando y éste topaba con las anillas del tocho encuadernado que tengo para estudiar y me lo quité. Cuando me lo quité noté la marca del reloj en mi muñeca y me horroricé, llevaba una marca más blanca que el tono de mi piel y me horrorizo porque no me gustan las marcas, porque odio llevar una marca que además se nota demasiado.

En fin, que me desvío del tema, me he quitado el reloj y he notado que he perdido la noción del tiempo, he parado mi rutina, he sido más feliz que cuando llevo el reloj todo el tiempo puesto y lo miro como si mi vida se fuera con él. El tiempo es importante pero saber administrarlo lo es aún más. Hay tiempo para todo en esta vida, sabias palabras que son ciertas, y quiero abogar por ellas.

Por ello, hoy me he dado cuenta de que cuando no tengo un reloj cerca, cuando pierdo la noción del tiempo, cuando siento que no sé la hora qué es, que no tengo unos plazos que cumplir, que puedo hacer lo que quiera a la hora que se me antoje todos nos volvemos más felices. Por eso, en verano nunca llevo reloj, porque hasta ahora siempre había dentro de mi algo que me decía que me lo quitara, que no podía controlar algo que es incontrolable.

Cuando lo pase mal, el tiempo se detiene, cuando lo paso bien, el tiempo se acelera, esa es nuestra percepción con claras explicaciones científicas y sociales, pero también es verdad que aunque lo pases mal o bien si no tienes reloj, si no controlas el tiempo y dejas que éste siga su curso, lidiaras de una manera más liviana con los problemas que tienes.

Y para poner punto y final propongo eso, vivir sin reloj durante el verano, durante algún que otro día a la semana, desconectar, porque me sentía y de hecho me siento atada a una pulsera, siento que toda mi vida está en ese reloj de mano y que si se rompiera no podría hacer nada sin él, pero también siento que no es bueno depender tanto de los objetos y que perderse la maravilla que es no llevar reloj, que no te quede marca, que sientas en tu interior las horas, seguro que se ve la vida de otra manera.


4 comentarios:

CreatiBea dijo...

Me ha encantado especialmente esta entrada.
Estoy deseando que llegue el verano para poder estar unos días sin reloj. Con lo puntual que soy,a mi me ata mucho, hace tiempo pensaba que no podía prescindir de él. Ahora creo, como tú, que es una liberación.

Besos.

galmar dijo...

En cuanto puedo, me lo quito, o no lo llevo, y al llegar a casa, es lo primero que hago:) un besooooooo y feliz día :)))
PD: y gracias por tu comentario:))

Anónimo dijo...

Lo ideal, sería precisamente eso, pero para siempre y nunca jamás.
El reloj que marca las horas debería estar prohibido; como fumar en los bares o follar en cualesquiera lugares.

Pero soy consciente de que esto es una puta utopía, una mierda de ilusión que nos imponen cual necesidad por respirar.

El reloj…. Definitivamente debería estar prohibido, SÍ.
Debería estar vedado. Y censurado, claro que sí.

El reloj no debería de existir, no. No debería.

H.

Anónimo dijo...

A mi también me ha gustado mucho tu entrada.
Yo me agobio muchísimo los días que tengo planeados, con un listado de las cosas que tengo que hacer y cada cosa a su hora.
El día que no tengo horario, que hago las cosas que quiero y cuando quiero, me da una paz tremenda.

Normalmente un día de la semana me lo suelo pasar sin reloj, para mi es fundamental para sentirme bien.

Aprovecho ahora que soy estudiante para tomarme esos lujos, porque cuando trabaje no será posible vivir sin reloj.

Besitos!!!