domingo, 15 de mayo de 2011

Oda a la lentitud

Es importante saber esperar.

Muchas veces somos presos de la rapidez de nuestros sentimientos, somos presos de la rapidez del sistema, de las ganas de hacerlo todo rápido sin tener tiempo si quiera para pensar en ello.

Últimamente aprendo con cada vez más insistencia que el valor de la lentitud en nuestros actos es lo que realmente vale la pena. Últimamente aprendo que todo es posible si quiero, que todo es cuestión de saber esperar. Todos somos personas criadas en la educación de la rapidez, conoce rápido a un buen chico, cásate, busca un buen trabajo y trabaja toda la vida, jubílate y se supone que debes disfrutar pero ni por asomo porque las prisas de hacer más cosas, hacen que no disfrutes nada.

Cada día se levantan personas que por desgracia no llegan vivas a su lugar de trabajo y que solo han conocido en sus vidas la rapidez de las cosas, la rapidez y el ritmo de vida frenético que le entran a las personas, que hacen que nos volvamos locos.  No podemos cambiar lo que somos, es cierto, unas personas son más rápidas y otras personas son menos, por ello se sabe que las personas que se toman la vida con calma viven más y son más felices. Es evidente el porqué. Me da mucha rabia las personas que no se paran ni un segundo a ver la vida pasar.
En la autovía hay una obra y cada día cambia por completo su estructura, cuando esté terminada seguramente que las personas que la hicieron sabrán contemplar las horas de mimo, de trabajo, de tesón que tuvieron que estar ahí bajo condiciones de lluvia y frío en muchas ocasiones. Lo sabrán disfrutar más que yo seguramente.

Yo he hecho una investigación de campo, la he estudiado, he recogido datos y luego he analizado los resultados y desde el principio hasta el final ahora lo veo y digo me ha ocupado 5 o 6 horas de trabajo y lo veré diferente a otra persona.

Pero por ejemplo, como demasiado rápido y no disfruto de la comida, no disfruto de pasar 20 minutos sentado en una mesa conversando, no disfruto de la compañía de ese momento.
La lentitud hoy día está infravalorada, nadie quiere ir despacio, nadie quiere tomarse las cosas con calma, nadie quiere parar y pensar en todo lo que se mueve a su alrededor porque no estamos acostumbrados.
De ellos surge el estrés, las úlceras, la mala alimentación, el sobre peso, los agobios. Todo viene de ahí y se puede cambiar fácilmente. Dedicar más tiempo a hacer las cosas.

Yo lo hago desde que leí el libro de Carl Honoré y realmente disfruto de la vida más y mejor. Aún soy muy joven y sé que si ahora disfruto con el paso del tiempo disfrutaré aún más.

Es por esto por lo que digo que hay que saber esperar, es por esto, por lo que digo que las personas que quieren algo deben ser pacientes, es por esto que digo que el amor se hace con lentitud, con tranquilidad, que se disfruta de un paseo si tardas más, aunque andes menos distancia, que se disfruta de un helado si sabes y que se es feliz si esperas.

Porque todo en esta vida llega, a todos nos llega, unos se cansarán de esperar, otros irán demasiado rápido que no se darán cuenta si quiera, pero así es la vida y debemos saber esperar para que así cuando llegue lo que tenga que llegar apreciarlo de una manera única y exquisita.

Este es mi elogio de la lentitud.

4 comentarios:

Pilar Abalorios dijo...

Disfrutar del camino, no sólo de la incierta meta. Deternerse un instante para ver, sentir, pensar, disfrutar e incluso sufrir. Vivir conscientemente, más o menos deprisa, porque el tiempo interno no se mide con las manecillas de un reloj.

Sin duda un gran consejo, fuera de lo que manda una realidad tan veloz que impide ser consciente de la propia respiración.

Un saludo

galmar dijo...

ya te leí por la tarde, pero no había visto la imagen hasta ahora, y me ha sacado la sonrisa :)) muy feliz comienzo de semana :))

Anónimo dijo...

que bonito... me encanta tu entrada, y me has hecho pensar, te alo agradezco, últimamente un tema me tiene bastante agobiada y no paro de pensar en hacer cosas para solucionarlo, quizás sea mejor tomármelo con calma, y ver que va pasando... tener esa paciencia.

Besitos!

Abbie dijo...

Es cierto, no está bien visto ir lento por la vida. Pero es así como hay que ir, al menos en algunas ocasiones. Estoy de acuerdo en que así hay cosas que se disfrutan más.