viernes, 11 de junio de 2010

Mirar hacia atrás


Le hecho, hecho está. Shakira hizo una canción, yo hago un post.

Mirar atrás. Qué significa esta pequeña frase de dos palabras que lo dice todo. Qué podemos esperar de una persona que te dice que jamás se arrepiente de nada. Mencionada persona nunca mira hacia atrás. Está bien recordar el pasado de vez en cuando porque el pasado nos hizo ser lo que somos hoy. Está bien acordarse de lo bueno e intentar evitar lo malo.

Miramos hacia atrás todos los días. El aprendizaje en la vida humana es complejo, largo, lento y audaz. Nuestros antepasados daban lo mejor de ellos mismo para que nosotros hoy no cometiéramos los mismos errores. Miramos hacia atrás a cada minuto, cuando esperamos algo, cuando pensamos algo u oímos algo.

No juegues con fuego porque te quemarás. No he necesitado tocar el fuego para darme cuenta de eso. No juegues con extraños porque es arriesgarse demasiado. Eso es el aprendizaje miramos atrás porque vimos a alguien que jugó con fuego, se quemó y aprendemos de los errores de los demás.

¿Porqué hay personas que son tan suicidas que se olvidan del pasado y se embarcan en aventuras de todo tipo sabiendo que van a sufrir?

Hace unos años tomé una elección y me ha pesado todos y cada uno de los días que han pasado pero no debo mirar atrás porque lo hecho está hecho. Tuve que decir adiós a mi pasado.

Tenía 12 años y cambié de instituto. Ya sé que no es gran cosa, que otras personas se pasan la vida entera sin establecerse en un sitio por el trabajo de sus padres o porque simplemente son almas libres. Cuando eres adolescente te das cuenta que el mínimo cambio te afecta tres veces más que a una persona normal. Pues yo al igual que otro adolescente padecía las mismas situaciones. Ese cambio marcó mi vida pero jamás he mirado atrás porque solo me hace recordar, recordar una época triste, solitaria, llena de desigualdades, de miedos, de vergüenza, etc. No me arrepiento porque no debo pero igualmente no quiero arrepentirme de algo que ha hecho que sea el triple de feliz.

El cambio me hizo más fuerte, tardé en hacer amigos pero es normal porque no aceptaba mi situación intenté ser una persona distinta a la que estaba en el otro instituto y me di cuenta que no podemos mentir a otras personas que no se lo merecen y por eso dejé de actuar y decidí enseñarme a las personas gané en amigos que luego me dejarían de lado.

Así es la adolescencia, un día eres simpática y al siguiente eres la apestada, no debería ser así pero lo es. Los adolescentes son muy viscerales porque tienen que aceptar la mayoría de los cambios que le suceden en poco tiempo y si no tienes el medio adecuado no te desarrollas bien y por tanto no creces como persona. Las personas somos así y tenemos que ser flexibles.

Mirar hacia atrás solo me recuerda algunas veces los constantes debates que tengo conmigo misma y por eso no es bueno.
Cuando miramos al pasado nos hacemos daño a nosotros mismos porque siempre pensamos lo que deberíamos haber hecho para mejor la situación y siempre hay que dar un paso hacia delante.

No hay comentarios: