jueves, 3 de junio de 2010

Persona de transición



La persona de transición es aquella que nunca olvidas. Una persona que en una determinada etapa y en un determinado momento te ha ayudado, te ha aportado algo nuevo y fresco. Las personas de transición pasan por tu vida durante poco tiempo pero ese momento es crucial y las personas nos damos cuenta a la larga de qué etapa nos recuerda a qué persona.

Tengo por costumbre ser una persona de transición, desde hace años me considero así porque hago amistades nuevas para en uno o dos años no volverlas a ver pero en ese tiempo he ayudado mucho y he compartido mucho con los demás. Siempre me ha pasado, por supuesto cuando no tenía conciencia hasta me deprimía por pensar que mis amigos no me duraban apenas. No me daba cuenta de lo que pasaba, realmente no era consciente. No quería perder a mis amigos, era duro pasar de curso y que mis amigos no lo hicieran, entonces tenía que volver a entablar relación con personas que no tenía tanta afinidad.

Recuerdo a una chica que se llamaba igual que yo. Estuve con ella dos años y aprendí mucho y le enseñé mucho también, eramos muy buenas amigas aunque ella no estudiaba mucho, no encontraba su lugar, pues le ayudé nos separamos al año siguiente y hace unos días la volví a ver. Hizo un curso pagado por el ayuntamiento y tiene un trabajo fijo desde hace dos años. Obviamente no es gracias a mi que ella haya logrado eso. Yo le dije que podía lograr todo lo que se propusiera y le dije como le digo a muchas personas que más vale hacerlo pronto porque luego siempre te arrepientes. Y no sé ella me aportó mucho. Me enseñó todas las tradiciones gitanas y me enseñó también algunas palabras del calé.

Recuerdo a una chica que vino del norte, se acababa de quedar sin padre y cambió completamente de ciudad, de amigos y de vida. Me hice amiga de ella, la comprendía muy bien porque las personas que tan jóvenes pierden a alguien son especiales, son mas maduras que una persona normal y más realistas. Ella se conformaba con lo que tenía y hice que encontrara su lugar, le presenté a todo mi círculo de amistades, que no es pequeño, y ella se creó el suyo a raíz del mío. Hoy día la suelo ver feliz y me alegra lo que en unos meses compartimos.

Y así he conocido a muchas personas. He estado, hablado, compartido mucho con muchas personas diferentes y me reconforta porque siento que si ese es mi lugar en el mundo y es mi oficio lo cumplo bien. Aunque a veces me de coraje porque siempre que pienso que esa persona se quedará debo dejarla ir y me duele siempre me duele dejar ir a una parte de mi.

Pienso también que si ahora tengo a alguien en mi vida que se quiere quedar conmigo para los restos no tengo que intentar alejarlo.

El zahir de Paulo cohelo es un ejemplo de lo que digo. Un hombre que emprende un largo camino, y es una persona de transición para otras hasta que encuentra a su zahir a su alma gemela



1 comentario:

teologiadeS dijo...

Gracias. No me importaría si así aporto algo a otras personas!! Un saludo!