sábado, 14 de agosto de 2010

Helado




Y cayó al precipicio como si se tratara de una piedra ligera, inerte, sin vida, dura, que tiramos por una montaña.

Frío, helado, congelado se quedó al ver que su cuerpo se deslizaba por las rocas, congelado se quedó al ver que una tontería de niños pequeños le costó la vida, congelado se quedó cuando al salir del agua vio su mochila, sus pertenencias y sus zapatillas. Nos quedamos congelados, con la cara blanca, pensando en todas las consecuencias que su hecho acarrearía posteriormente.

A veces un hecho, un suceso, una histora nos hace más fuertes pero otras nos hace más humanos...

2 comentarios:

Pilar dijo...

Con qué poco me has causado tanta inquietud.
besos

África dijo...

Como escribes chica! :D