domingo, 27 de junio de 2010

Mentira! Mentiras!!



Mentiras porfías por la boca cada vez que la abres, mentiras que creí todas y cada una de las veces que mirándome a los ojos, poniendo tu mano en mi cara y la otra en mi pecho, mentiras soltabas por esa boca tan linda que posees.

Mentiras. No sé decir si son verdades, porque a veces las personas que mienten se creen sus propias mentiras, te meten en su mundo de mentiras, espirales que te llevan desde lo más alto hasta lo más bajo.

Mentiras que a veces las pillamos y decimos pero si es una tontería, no la entendemos pero la dejamos pasar.

Mentiras que cuando empiezan a acumularse, a hacerse pesadas, crean una carga en tu espalda y te empiezas a preguntar si la culpa de que te mientan la tienes tú, si tú creas las situaciones para que te mientan.

Mentiras que hacen daño, pero cuando te dan una pseudo-excusa, te medio enfadas porque sigues sin entender la necesidad de mentir, se te pasa al rato pero en tu mente creas un conflicto entre la razón y el corazón. Esto es generalizado. No conozco a un solo hombre que se haya ido de fiesta se haya emborrachado vivo y al día siguiente le haya dicho a la novia, madre, amiga, etc. Sí me emborraché y me lo pasé genial. No lo conozco.

No hay necesidad de mentir ante eso. Cuando les llamas por teléfono, les preguntas dónde están pero no para cotillear, simplemente porque no se escucha nada y quieres hablar con él, engañan como bellacos sobre cosas que son inútiles, vacías, vanales, sin sentido.

Dime la verdad. Parece que nos temen. Pues señores las mujeres no mordemos, no nos comemos a nadie porque hayan salido, hayan bebido, hayan quedado con alguien para hablar o hacer lo que quieran, no nos morimos por eso. No tenéis que mentir siempre.

Odio que me mientan, mis amigos no me mienten y por eso voy con ellos de compras y no con mi novio. Mi novio a la segunda tienda se aburre pero cuando sale con sus amigos tengo que ir y aburrirme como nadie y no me puedo quejar porque sino...

Mentiras, todo se resume a eso, mentiras que empiezan por ser hilos que se añaden a un ovillo, pero al final no se dan cuenta que el ovillo se hace cada vez más grande y que nos hartamos de las mentiras.

Hoy me llama y me dice: "nena me voy a dormir que esta noche trabajo". Se me olvidó decirle que el lunes se tiene que llegar a un sitio importante y se me ocurrió llamarlo.
Escucho de fondo música y jaleo, le pregunto que donde está me dice que en su casa pero que tiene la tele puesta y una película que la tiene alta. Primera mentira. Le digo si le puede bajar voz y dice que no porque se tiene que levantar. Segunda mentira. Escucho de repente que se le acerca un amigo en común y le dice te pongo otra copa!! Le pregunto que dónde está y le advierto que no tiene que mentirme.

Me dice la verdad. Le pregunto ¿estás fumando? y me dice que no. Le escucho echar el aire del tabaco. Tercera mentira. Le digo que haga lo que quiera que no soy su madre.

Me miente sobre la hora de llegada a su casa, me miente sobre con quién está y me da igual porque ya me lo tomo todo con filosofía.

Lo que no sabe que ahora me toca a mi mentir porque ya me he hartado. Estoy hasta muy lejos de las mentiras que escupes por esa boca y no te paras a pensar si quiera en las excusas...

Ahora me toca mentir. Porque saco en clave una gran premisa.

Los hombres mienten muchísimo y se les nota aún más pero las mujeres sabemos mentir muy bien y no se nos nota.
Me considero honesta pero ya me harté y si quieres este juego lo tendrás.

Pero que te mienten tus parejas, te mienten tus padres, te mienten tus compañeros, te mienten tus amigos, te mienten todos. Tonta fui por pensar que la mentira no entraba en mi estilo de vida.

5 comentarios:

Anónimo dijo...

Yo tampoco entiendo que necesidad tienen los hombres de mentir! imagino que hay mujeres que les montan pollos increíbles, y por eso mienten, para evitarlo... pero no todas somos así!

Es una pena que decidas mentir, cuando es algo que se nota que no te gusta.

Besitos!!!

Anónimo dijo...

Quien no miente?? muchas veces decimos una mentira piadosa pero igual mentira... no se porque el afán de hacerlo.. :S buen texto..

Mandarina López dijo...

La mayoría de las verdades que hacen de nuestra vida lo que es, son consecuencia de alguna mentira... Buena entrada ;) muaa!

Claudia. dijo...

Un texto increíble, con toda la razón. Incluso a veces mentimos sin saber que estamos mintiendo, aunque claro, se coge antes a un mentiroso que a un cojo, como bien tu has demostrado.
http://cronicascpm.blogspot.com/ Pásate si quieres.
Un beso

Abbie dijo...

Tienes razón, y es que todos los hombres mienten. A mí mi novio no es que me mienta, igual alguna piadosa, pero es que ni esas me gustan!
Dile claramente que eso no te gusta un pelo, porque sino acabarás actuando como él.
Besitos.