sábado, 21 de agosto de 2010

Un día negro.





La muerte en estos días ha rondado por mi edificio y se ha llevado a un ser querido por mi persona.

Te das cuenta con el tiempo y los días que cada cual tiene sus cosas, que nada es infinito y que todo es efímero. Te das cuenta que en el momento que menos te lo esperas aparecerá ese visitante de guadaña y negra túnica para quitarte a una persona que quieres, respetas, amas, aprecias, consideras, anhelas, etc. Una persona que se hace querer jamás debería irse pero claro el jamás no se puede decir al igual que el nunca.

Cuando ves que la muerte ha rondado por un sitio que consideras hogar, por un sitio que consideras que tiene una parte de ti te das cuenta que la vida es efímera, que la vida se lleva en el momento que menos esperas a la persona que menos esperas.

Hoy ha sido un día triste en mi casa, hoy ha sido un día triste que da para pensar en todos los sentidos, el tiempo, la vida, el amor, la amistad, el respeto. Todos estos temas son de consideración cuando vives una situación que considero límite. No me gusta la muerte, no me gusta que la gente muera, no me gusta que las personas de mi alrededor se vayan y me dejen sola, no me gusta saber que me tengo que poner una camiseta negra o unos pantalones negros acordes con unas gafas de sol que tapen mi rostro.

Odio ir a los funerales, a las misas, a los entierros y a los tanatorios. Es respetable porque no puedo ver a una persona sin vida, no puedo ver a una persona con una cara de mármol y saber que no se levantará del ataúd y no volverá a dedicarme una sonrisa. Me da mucha pena ver que las personas se van. Las personas se van cuando menos te lo esperas y no solo hablo de la muerte porque podría hacer una apología incluso, hablo de las perdidas de las personas cuando son injustificadas y sufridas.

Un hombre murió ayer en mi alrededor, un hombre que era joven, estaba sano y disfrutaba cocinando, tiene una mujer a la que ha dejado destrozada y sin vida, tiene a una mujer que lloró mucho por su hombre. Un hombre que siempre tenía un piropo, una sonrisa escondida y unas buenas palabras.

Enfrentarse a la muerte en este sentido es doloroso, ya lo tuve que hacer cuando murió mi abuela pero ella se merecía una muerte digna, estaba en una cama sin poder hablar ya de últimas y eso es otro tema con otras circunstancias pero de lo que hablo es totalmente una canallada, supongo que ya terminó su objetivo en la Tierra, supongo que alguien quiso que su corazón dejara de latir o él mismo lo quiso.

La muerte, esa señora o ese señor de guadaña afilada y túnica negra que se presenta dejando un halo de tristeza y dolor a su paso, sin consideración por las personas que se quedan, sin consideración por las personas que aman lo más pequeño y lo más bueno. Ese hombre era un gran hombre, amante de su familia y de la cocina, amante de los buenos libros y la justicia.

Hoy he aprendido que las personas que más queremos se nos pueden ir de un momento a otro, he vivido la muerte tan cerca y aún así sigo impune y bastante entera. He aprendido que una sonrisa devuelve la felicidad a muchas personas, que las sonrisas se contagian y que la muerte solo trae dolor y lágrimas.

Hay que mirar todo desde otros puntos de vista eso siempre intento aplicarlo a mi disciplina y creo que si Muerte se ha querido llevar a esa persona que de un modo u otro era especial para mi, habrá sido con algún motivo o con algún fin. No creo en la iglesia ni en las religiones, creo en mi mundo de hadas, de Dioses griegos y romanos con sus mitos y espero que Hades le de un buen reconocimiento y lo acoja en su seno.

Si algo me enseñó ese hombre fue que a las personas hay que quererlas por como y por lo que son, no por los favores que te puedan hacer o por los regalos. Me considero afortunado porque poseo un libro escrito por él y es exclusivo porque hay pocos ejemplares y tengo uno de ellos.
Siempre me acordaré de usted, un hombre que me enseñó a creer en las libertades de todos los seres humanos.

8 comentarios:

galmar dijo...

lo siento mucho, la muerte siempre es dolorosa, un beso

Anónimo dijo...

Despedirse de las personas que queremos es duro y muy difícil, siento mucho que estés pasando por eso.
Como siempre muy bonitas tus palabras, logras transmitir mucho.
Besitos y ánimo!!!

entre sonrisas dijo...

la muerte es lo que más duele en esta vida, pero existe para que sepamos valorar la vida.

Mar dijo...

Siento la pérdida que has sufrido. Te acompaño en el sentimiento.

Besos.

Pilar dijo...

Sería precioso creer en que todo en la vida tiene un porqué, pero aún lo sería mas creerlo de la muerte.

Cuando alguien se va, te deja parte en las manos, de tí depende que siga ahí o se convierta en polvo que borra la mañana.

Lamento tu pérdida,

Kevin morán dijo...

:(

cuidate si

Silvia☺ dijo...

Que truste es perder a alguein que en verdad quieres. Yo tambn odio los funerlaes, nunca he ido a ninguno pero sin ir a ese al q queria ir para apollar a mi amigo ya estaba llorando en mi casa :(
Un besazo y si puedes pasate!

teologiadeS dijo...

Gracias a todos por mostrar vuestra comprensión, de verdad.

Un saludo y unas gracias infinitas