viernes, 17 de septiembre de 2010

Hace tiempo que mi cama está fría.



Cuando mi cama se quedó vacía, no podía pensar en lo que vendría después. No podía levantarme para ver que tu ausencia era real, que me habías dejado. Con el alma y el corazón roto. Esa cama que tantos buenos momentos nos dio y lo cierto es que no puedo si quiera estar en ella, porque me recuerda todo a ti. El ruido que hace cuando el cabecero da contra la pared, el ruido que hace cuando me giro para cambiarme de postura, cuando meto la mano debajo de la almohada no puedo evitar acordarme de ti porque la realidad es que ya no estás en mi vida, pero ojalá lo estuvieras porque eso me lo enseñaste tú. Tú me enseñaste que así se siente frío en la piel por unos momentos, tú me has enseñado a comer, a reír, a llorar de alegría, contigo lo he compartido todo durante muchos años y ahora no quiero sentir que en todo lo que hago tu no estás, que en todo lo que toco me recuerda a ti pero que jamás volveré a verte hacerme reír, o jamás me encontraré de nuevo en la situación esa.

Me duele aquí dentro, más de lo que nadie se puede imaginar, miro a las esquinas de mi cama, en las que hemos hecho todas las posturas, en las que hemos sudado muchas noches y mucho tiempo por que rezumaba amor, no puedo evitar ver que ahora me repudias, que ahora estás mal conmigo y que ya no volveré a vivir en la misma situación. Te he mentido, he cometido errores porque soy humana te he pedido perdón y no lo quieres aceptar. No te culpo, no te pido que me perdones, no te pido que olvides, no te pido que hagas nada que no quieras hacer, solo grito porque jamás volveré a vivir contigo todo lo mágico, todo lo que he vivido y que pensaba que era algo más del día a día y no.

Ahora me doy cuenta que todas esas veces, que todas esas caricias, que todas esas peleas no tenían porqué, que todas esas disputas son absurdas porque ahora no te tengo ni siquiera para que me des los buenos días. Y quiero estar contigo, sé que no puedo luchar, porque es demasiado tarde ya. Sé que no puedo lograr algo de ti que no tienes, solo te digo que me he muerto por dentro, que al entrar en mi habitación veo el cuadro que tú has colgado para mi, veo el corcho que me acompañaste a comprar, veo el coral que me regalaste, veo los libros que a veces llevaste en tu mano, veo las sabanas que tocaste, los peluches, el suelo que pisaste, no puedo estar en un sitio que me recuerda a ti constantemente en el que las paredes gritan que fui tonta, que me equivoqué y este es el precio que debo pagar por ello. Lo hago pero no me pidas que te sonría porque el momento que desapareciste de mi vida te llevaste todo lo que te daba la alegría, no puedo sonreír, no puedo mirar al cielo porque todo lo que toco, piso, huelo, siento y veo me recuerda a ti.

Esa cama que tantos secretos conserva en sus maderas, ese colchón que si hablara no diría nada bueno.

No hay un solo espacio de mi cuerpo que no hayas besado, no hay un solo recoveco que no hayas palpado o pronunciado. Y me siento mal porque no puedo evitar verte durmiendo en mi barriga, no puedo evitar verte besarme el ombligo, los pechos, no puedo evitar no sentir los pelos de tu barba y rechinar para que te afeites, no hacerme caso y ahora no puedo, no soy digna de hacer eso. No puedo decir que no quiera, es lo que siento.

Mereces a una mujer que te ame, que lo de todo por ti y que esté dispuesta a ponerte la luna a tus pies. Amas con una pureza y una transparencia que me asusté, pensaba que no sería real, pensaba que tanto bueno no era bueno, valga la redundancia. Pensaba que era un sueño y hoy he despertado, ante lo irreal lo desacredité y realmente me arrepentiré siempre pero es lo que hay, debo vivir con ello y añoraré tus texturas que se confunden en mi cama.

No me infravaloro, no me considero menos por decirle que busque alguien que realmente lo ame pero yo no puedo amarlo más, todos los días que le de un beso pensaré que no me lo merezco.

7 comentarios:

AdP dijo...

Ese frío cala hasta los huesos. Pero acaba atenuándose, disolviéndose, confundiéndose con la memoria de la que forma parte.

Saludos.

Anna Pont dijo...

Adp tiene razón, hay momentos en la vida en los que deberíamos poder morirnos porque ésa es la sensación interna. Por fortuna (sí, porque acaba pasando y al final lo ves así) la vida sigue. ¿Y sabes una cosa? Es una oportunidad continua, siempre es oportunidad.

Un beso y ánimo.

Anónimo dijo...

Que tristeza!!! :(

Todos cometemos errores... y querer más o menos que la otra persona, no nos hace desmerecedores de su cariño.

Besitos

I need a miracle dijo...

Me ha gustado tanto que me has emocionado y hoy no es un buen dia para decirte lo que pienso, ni darte mi experiencia respecto al tema, porque no, no puedo soy incapaz, solo decirte que esa soledad, esos recuerdos clavados como puñales irán dando paso a otras cosas y pensamientos mas agradables y positivos

Un abrazo

Regalp dijo...

La falta del ruido en los pasillos, hacen que un sitio que ha sido compartido con alguien a quién amas, se vuelva realmente doroloso.
Preciosa entrada, a pesar de la tristeza y melancolía que desprende.

Saludos

Gata dijo...

Me ha emocionado mucho!! Qué duro es que todo te recuerde a esa persona, sabiendo de antemano que ya no está ni va a estar a tu lado.

A veces se cometen errores, pero en aquel momento tomaste la decisión que tomaste y no deberías torturarte tanto. Ya pasó.
Ahora estás arrepentida de tu decisión, piensas que perdiste al hombre de tu vida, no?
Pero a lo mejor, lo que te pasa es que lo estás idealizando demasiado en su ausencia, porque sabes que ya no volveréis a estar juntos.

Es muy triste y a la vez muy emotivo lo que escribes. La añoranza duele mucho. Pero debes intentar pasar página, no quedarte colgada de eso, o no conseguirás ser feliz.

Ánimo! Y piensa que, al final, todo pasa por algo.

Pilar Abalorios dijo...

Las lágrimas hay que llorarlas, y la herida debe sangrar, es el único modo de empezar a mejorar.

Desprendes pena y no angustia, y aunque quizás no notes la diferencia, existe y es buena.

Un beso,