martes, 7 de septiembre de 2010

Me haré fuerte mañana...

Y callé, ya no podía hablar más, las palabras habían salido hasta que dije basta.
El tiempo nos da la razón, nos cura, nos pone en nuestro lugar, el tiempo nos hace más fuertes y lo que no nos mata también.

Del dolor quería morir, deseaba más que nada y más que nadie dejar de latir, no tener la oportunidad si quiera de pensar en algo. Quería elevarme al cielo o al infierno para morir en paz y dejar que las personas que tanto daño me han hecho se queden festejando que ya he muerto, que ya no me siento con fuerzas para seguir luchando.

Las personas tardan mucho tiempo en darse cuenta del daño que hacen, lo hacen y esperan que reacciones con valentía pero no la hay y decepcionas a la gente. Pues no. Ya mañana tendré tiempo de lamentarme, ya mañana tendré tiempo de pensar en el siguiente paso pero hoy quiero llorar, encerrarme en mi habitación y llorar mirando la tele o la simple pared. No me apetece hacerme más fuerte hoy, eso lo dejo para mañana, para otro día en el que me sienta más hábil, más fuerte y más relajada por decirlo así.

Si he decepcionado a la gente es normal, si estoy triste no pueden pedirme que me vaya de fiesta, ni que ahogue las penas porque después de la resaca seguirán ahí, es simple quiero descansar y pensar que estoy hecha una mierda y que quiero llorar, pensar que quiero morirme, quiero tener derecho a sentirme débil, a no querer salir, a no hacer nada, a simplemente sufrir un poco más echar todas las lágrimas que tengo y ya mañana miraré como me levanto de la cama, miraré las posibles soluciones, las posibles estrategias de afrontamiento pero hoy no me quedan más fuerzas. Mañana me haré fuerte y seré lo que vosotros queráis pero hoy... no hay ganas.

Hay un tiempo para todo, hay tiempo para llorar, para reír, para descansar, para bailar, hay un tiempo para todo y debemos respetarlo y nunca forzar las cosas.

6 comentarios:

Pilar dijo...

Un tiempo para llorar, un tiempo para reír.

Deseo que las horas del llanto sean raudas como el viento y que las de la risa se mezan en tus labios.

Edmundo Dantés dijo...

Dedícale a cada cosa todo el tiempo necesario, pero ni un instante más.

Y ante todo recuerda a las enseñanzas de Zaratustra: Para que el Sol pueda volver a salir, antes debe hundirse en su ocaso.

Un abrazo

Laaii ♥ dijo...

Yo me senti asi alguna vez y es bastante feo y no nos damos cuenta el dolor que les causamos a los demas...

Anónimo dijo...

En esos momentos toca ser un poquito egoista... aunque la gente que te quiere, sufrirá al verte mal, es normal tomarse su tiempo... tienes razón, hay tiempo para todo ;)
besos!!!

I need a miracle dijo...

Siempre, siempre tras la tormenta llega la calma. Y solo conociendo la tormento apreciaremos mas la calma.

Y tienes todo el derecho a decidir en qué momento quieres llorar, lamentarte, estar triste, o hundida y no por ello decepcionar a nadie y si asi fuera peor para ellos y de todos modos,mañana será otro día y ya habrá tiempo (tu tiempo) para remontar el vuelo y recuperar la calma.

Besos

Paseo de Letras dijo...

Hola, siempre hay tiempo para todo, la vida se encadena de dolor y alegría. Precioso lo que escribes.
Gracias por tu comentario en Paseo de Letras, un blog dedicado por entero al amor y las vivencias de una enamorada de la vida y a mi marido.
Abrazos