miércoles, 8 de septiembre de 2010

Y para eso estoy yo.



Ésta es la historia de una mujer que se enamoró de un hombre 15 años mayor que ella.
Ella siempre se ha criado con sus hermanos mayores, la menor de 4 hermanos y siempre salía con ellos, era inevitable que se moviera en los mismos circulos. Los psicólogos dicen que siempre intentamos que nuestras parejas se parezcan a nuestros padres o madres en el caso de mujeres u hombres respectivamente. Y a veces estos dichos son completamente certeros con la realidad.

Ésta mujer se enamoró de un hombre 15 años mayor que ella. Ella tiene 20 años y el tiene 34, es un hombre dedicado a su trabajo, siempre ha salido mucho, ha estado con una mujer durante 9 años y ahora se han separado, dejando como lastre un piso en común y unos juicios bastante desagradables. Ella, en los brazos de este hombre se siente segura, protegida y bastante querida aunque su amor sea correspondido cada dos semanas o cada mes. Ella es la inconsciente del grupo, la mujer que cuando se enamora da todo lo que tiene y el doble más para ofrecerle a un hombre la felicidad, es una mujer que satisface al máximo que cumple al máximo sin pedir nada a cambio. Pide cosas a cambio pero no directamente y menos en voz alta.

Siempre temo que me diga que ha conocido a alguien o que está quedando con alguien, su primer amor fue un hombre casado y con hijos, con su primer amor se llevaba 15 años y le daba igual, porque ella era feliz simplemente con que él la viera como a una mujer. Ella es de esas personas que lo dan todo esperando recibir algo y si no lo reciben siguen dando lo que tienen y más.

Pensamos que se había enamorado de un buen hombre, este hombre aunque 14 años mayor que ella hizo las cosas bien, le pidió salir como si del instituto se tratara, salieron juntos y pasaron las fases del noviazgo aunque algo aceleradas porque un hombre así si no tiene sexo cuando quiere... y ella estaba dispuesta a darle todo lo que pidiera y más porque ella se conformaba con tenerlo en la cama, en su cama. Se ilusionaba con cada mensaje que recibía, con cada llamada que le hacía se ilusionaba con cada foto que veía de él, era alegría y ganas de disfrutar siempre.

Estuvieron saliendo 3 meses hasta que él encontró algo más aceptable por parte social. Él hablaba de ella a sus amigos y cuando les dijo la diferencia de edad, le dijeron que con una chica así no iba a ningún destino ni paradero conocido. A ella la edad le da igual, es más los prefiere mayores, a ella le da igual porque no juzga el aspecto ni el número, simplemente se enamora y lo da todo.

Pues la dejó con todo el dolor del mundo supuestamente con la penosa excusa de que la edad y la distancia lo refrenaban a llevar ese tipo de relación. Dijo que se agobió y que necesitaba pensar, pero mujeres del mundo ya saben lo que les pasa a los hombres que se agobian, que adiós y si mañana te veo, te giro la cara porque no me acuerdo de ti.

Me tocó recoger los pedazos de algo que sabía que vendría porque con hombres así de dudoso currículo sentimental qué puedes esperar. Recogí todos los pedazos gustosamente y le dije que no cayera más porque si es el hombre que pensaba seguro que le contaría de nuevo más mentiras para un polvo y no volver. Ella se obsesionó de tal manera que lo llamaba, que esperaba despierta sus mensajes, que no dormía o si dormía soñaba con él, fueron unas semanas dolorosas para ella... Y cuando creí avanzar con ella, creí que estaba centrada y que lograría poner su cabeza en los estudios una vez más ¿qué pasó? Que el tío aparece a lomos de su coche en su casa por arte de magia le echa un polvo, le dice que se arrepiente, se va y vuelta a la misma historia. Después de todas las horas del mundo intentando convencerla de que no le llevaría a buen lugar, cuando la veía ilusionarse con un mensaje, yo también lo hacía porque ella creía que cambiaría.

Una semana después y no se acuerda... otra vez a recoger pedazos aún más grandes si cabe y esta vez dice que no caerá. No ha caído pero porque él no ha querido.

Me dan pena esos hombres porque poco a poco van matando lo más importante que tiene una mujer y es las ganas de amar ciegamente y de que la amen ciegamente, me da pena porque no quiero que ninguna amiga mía deje de creer en el amor por culpa de un imbécil que juega con los sentimientos de las demás sin pararse a pensarlo solamente cuando ya es tarde. Si no te comprometes lo dices y que ella asuma los riesgos pero no puedes regalar el cielo y pretender que cuando se lo quites no lloren. Matar las ilusiones y las creencias sobre el amor de una mujer debería estar penado con cárcel y desgracia, pero así es la vida, siempre me quedará pensar que el tiempo hará su justicia.

Cuando la veo enamorada siento que vale la pena, pero me duele porque no hay algo que duela más que ver a alguien lanzarse al precipicio y no llevar paracaídas ni cuerda que sujete.
Pero luego cuando ella cae siempre estoy yo para ayudarla a levantarse, a coger su corazón y a volver a empezar.

Cada hombre que rompe con una mujer enamorada se lleva una parte de su corazón y la pregunta es, ¿Cuántas partes tenemos?

7 comentarios:

Agus Simeone dijo...

buena pregunta. me encanto el texto, nuestra vida es cmo un rompecabezas, la gente pasa , se lleva y deja, algun dia llegaremos a completar ese rompecabeza ? o se llevaran todas las piesas?
besos (:

Anónimo dijo...

Muy chula tu entrada!
Yo recuerdo las conversaciones con mis amigas a los quince años, todas ilusionadísimas con la idea de enamorarnos... ahora todas tenemos ciertos recelos a la hora de amar, estamos super desilucionadas, y no es que tengamos treinta años, que tenemos veintitrés.
Me parece bastante triste la verdad!
Besitosss

Anónimo dijo...

que bonita entrada y a la vez algo triste...

Edmundo Dantés dijo...

Recuerdo aún la primera vez que nos contaste la historia de tu amiga, es una lástima que las cosas tengan que acabar así.

En cuanto a los trozos de corazón, supongo que el que no nace con un corazón grande, pierde todas las partes en poco tiempo. Quizás ese hombre mayor ya no tenía ninguna que ofrecer...

Mar dijo...

Hola, TeologiadeS:

También me ha gustado tu entrada.

Me has dado que pensar y me gustaría contestarte en mi blog pronto.

Besos.

Pilar Abalorios dijo...

Me gustó la entrada y el tema que planteas, pero trataré de hacer como Mar y darte mi versión extendida, por ahora un apunte, la edad no tiene nada que ver en esto.

teologiadeS dijo...

Mar y Pilar: me encantará leer vuestra opinión extendida.

Un saludo