sábado, 25 de septiembre de 2010

Reincidente




Una persona no puede pretender que después de hacer daño a muchas otras se la perdone y vuelva a ser la misma situación de antes. Estaríamos siendo y actuando de una forma muy falsa, con una doble cara si nos prestáramos a olvidar todo y hacer como si nada.

Las personas necesitan curar sus heridas, las personas necesitamos que nos laman las heridas. Si estamos dañados, si una persona nos hace daño debemos esperar a curarnos para volver a ver a esa persona. Si vemos a esa persona antes de tiempo la herida jamás se cierra del todo. La herida jamás se cura del todo.

No podemos jamás pedirle peras al olmo. Me da mucha rabia cuando una persona que te ha hecho daño y tras pedir el perdón actúa como si nada hubiera pasado, te llama y te habla, te cuenta cosas y tu estás al otro lado del teléfono pensando en todo lo que ha hecho y pensando en todas las cosas bonitas que le dirías pero te callas y le sigues el royo porque le has perdonado y entonces los reproches posteriores realmente no sirven de nada.

Qué esperamos de este tipo de personas, de las personas que son más falsas que un billete de 6 euros? qué esperamos de una persona que vendería a su familia, que ha engañado a su madre días y noches con una mentira inconcebible, que no se puede parar a poner precio porque directamente no tienen valor nadie para esa persona?

La confianza se rompe en segundos y se tardan años para crearse y más todavía para recuperarse. Entonces que las personas actúen como si nada hubiera pasado mientras tu no puedes olvidar todo el daño que tienes ahí realmente lo veo penoso. Porque si el que hace daño olvida seguirá haciendo daño.

El que daña debe perder algo como castigo para darse cuenta que al recordar eso que perdió debió haber sido más sensato.
Por eso siempre digo que estoy a favor del castigo y no del olvido porque es verdad que te puedes arrepentir toda una vida y más pero cuando no es así cuando al día siguiente vuelves a ser la persona que eras hace dos semanas cuando hiciste tanto daño lo tomamos como una falta de respeto.

Una falta de respeto al perdón que te hemos ofrecido, que te hemos regalado porque no nos fue fácil perdonar, jamás nos fue fácil perdonar y nunca nos lo será pero una vez que lo hacemos asumimos los riesgos que eso conlleva y al mostrarte altivo, al mostrar que ese perdón a ti te da lo mismo pues realmente nos estás escupiendo en la cara porque no has luchado por la oportunidad que te estamos dando.

Las personas que lo tienen todo tan fácil luego no aprecian las cosas hasta que las pierden y haciendo daño a los demás consigues que se alejen de ti pero es peor todavía cuando das segundas oportunidades y notas que no las aprecian. Cuando siguen jugando contigo y tus sentimientos realmente te sientes absurda, sin sentido, imbécil por creer que una persona puede cambiar.

Cierto es que hay que dar segundas oportunidades pero también hay que saber apreciarlas porque si no aprecias las oportunidades que te dan puede que jamás se vuelvan a comportar bien contigo por amor al arte. 
En la amistad y en el amor las personas deben currarse por todos los medios las oportunidades porque a todos les pasa que cuando pierden el tren se lamentan pero luego esperan que otro llegue por amor al arte.

Hay personas que no tienen aprecio por las cosas, que no valoran la calidad y calidez humana. Hay personas que se venden al diablo por cualquier estúpida razón y se cree que pidiendo 500 veces perdón a la 501 también se le perdonará pues no. Ya hemos llegado a una gota que ha colmado un vaso que era enorme. No podemos esperar mucho de esas personas, no podemos pedirle muchas cosas a la gente que no nos da nada. Y qué pasa a veces? que pensamos que no debemos ponernos al mismo nivel, que perdonamos y no mentimos, que intentamos dar oportunidades, que intentamos ser mejores personas pero nos la terminan jugando, que no podemos superar las situaciones pero intentamos perdonar. Hasta que dejamos de creer en el perdón. 

La confianza como dije antes tarda años en crearse y segundos en perderse. 
Rebajándonos y poniéndonos a un nivel más bajo no merece la pena, aunque a veces nos cueste controlarnos. 

Del reincidente jamás se fiarán porque siempre quiere dejarlo pero nunca puede. 

5 comentarios:

galmar dijo...

A mí sin embargo, no se me ocurriría castigar a alguien, podemos equivocarmos al juzgarle, y si nos hace daño por expresar lo que siente, debemos poder tener la libertad, la confianza y el respeto suficiente como para decírselo :) buen uso del plural mayestático:) felizzz findeeee:)))

Edmundo Dantés dijo...

No solo podemos pedirle peras al olmo, debemos perdirselas... lo que no podemos es esperar que nos las de.
"El universo no tiene porqué estar a la altura de nuestras expectativas"

I need a miracle dijo...

Creo saber a lo que te refieres y me ha venido a la mente la figura de una amiga de hace tiempo, que tras cada trastada que hacia, se disculpaba y mucho....hasta la siguiente, asi que como dices en la 501 disculpas ya es imposible.

Perdio una amistad y por lo visto no le ha servido de leccion, aunque ahora tras el tiempo pasado si me ve o me llama se comporta como si nada hubiese pasado.....increible

Coincido ademas con los anteriores comentarios, nuestras expectativas igual no van acorde a lo que nos rodea o viceversa

Buen finde

Pilar Abalorios dijo...

Tienes razón, estas dolida y jugar a todo es maravilloso no tiene sentido, pero ¿lo tiene pretender seguir siendo amigos? Quizás lo ideal es cortar por lo sano, sin rencor pero sin sufrimiento ni fingimientos. Cada quien por su lado y cuando te encuentre, Hola, que tal? Encantada de saludarte.

Mi abuela lo llamaba a esto: más vale una colorá que cien amarillas

Elvis dijo...

Tienes razón, el perdón es un medio que debería guíar a quien lo recibe a la reinserción. Pero en ningún caso estamos obligados a darlo por sistema sólo porque sea "lo que se debe hacer".
Si esa persona tiene lo que tiene que tener, apreciará más que le canten las cuarenta que un perdón hipócrita, porque como bien dice el refrán: "quien bien te quiere..., te hará llorar...".

Saludos cordiales.