Abuso...

Mis días de estudiante terminaron por una temporada hace algo más de unas semana. He ido de fiesta y me ha dado tiempo a emborracharme, a bailar, a coquetear, a distraerme, a sufrir resacas y a volver a emborracharme.

Quiero contar esto porque me pareció una situación denunciable. Como somos jóvenes no podemos permitirnos gastarnos en un local costero 8€ por copa ya que no tenemos dinero y realmente nos parece un abuso que una copa esté a ese precio cuando una botella vale lo mismo o incluso menos. Porque no te creas que pagas 8€ por una copa de una botella reserva, o por una buena marca. No. Tú pagas ese dinero por garrafón y entonces decidimos hacer el botellón simplemente por eso.

Pues bien en nuestra ciudad está permitido hacer botellón y más en verano ya que es un afluente constante de turistas y turismo. Por lo tanto, compran más y gastan más dinero de esta forma. Los turistas ingleses se pueden permitir que una copa valga ese precio pero los locales no.

Decidimos irnos a otra ciudad costera algo cerca de la nuestra porque en ella hay unas discotecas que están bastante bien y tienen fama. La situación fue la siguiente. En esa ciudad aunque sea verano se encuentra terminantemente prohibido el botellón pero nosotros no lo sabíamos y lo hicimos a escondidas.

Nos encontrábamos ya algo contentos en unas escaleras bastante largas donde había más grupos haciendo botellón. Habíamos dejado el coche casi al lado aparcado, ya que nos pillaba en un buen sitio para luego ir a las discotecas. De repente mucha gente empezó a subir por las escaleras en estampida con las copas, las botellas y todo en la mano gritando que viene la policía que viene la pasma. Nosotros, algo contentos, decidimos coger las cosas, guardarlas en el maletero del coche, meternos en el coche y esperar a que pasaran los dos agentes de policía.

En ese momento empezamos a sufrir digamos que un abuso de autoridad. Nos abrieron la puerta del coche de malas maneras increpando y diciendo que estábamos haciendo botellón en la vía pública cuando ellos ni nos vieron. Nos pidieron la documentación sin preguntarnos si quiera más nada y sin dejar que nos explicásemos. Registraron el maletero del coche sin preguntar primero. Son policías locales, ellos no pueden hacer eso sin preguntar y menos sin una orden en el caso que te niegues a abrirlo. Cerraron el maletero y minutos más tarde después de gritar nuestros nombres por la vía pública y repito sin dejar que nos explicáramos abrieron de nuevo el maletero y nos requisaron dos botellas de vodka que teníamos. No se llevaron las fantas, ni los zumos, ni el vino tinto, simplemente las botellas de vodka. El registro sin permiso de un coche lo puede llevar a cabo sola y exclusivamente la guardia civil y siempre y cuando esté registrando otros coches.

Lo hicieron sin los materiales adecuados, porque de todo esto nos hemos informado los días posteriores a cuando sucedió, ya que nos quedamos realmente perplejos ante la situación. Primero de todo, deben escucharnos, segundo, deben pedirle al dueño del coche que le abra el maletero y en el caso de negación se debe pedir una orden ya que el titular del coche está en su derecho de no querer abrir el maletero. No pueden requisar la mercancía en el caso mencionado y menos ponernos una denuncia sin pruebas ni testigos.

Sufrimos como ya digo un abuso de autoridad, incluso cuando ya nos bajamos del coche, lo cerramos y nos íbamos para las discotecas seguían sin querer escucharnos, poniéndose bravos con nosotros y diciendo que nos llevarían al calabozo si no parábamos. Cosa que tampoco pueden hacer.

La situación nos asustó bastante y decidimos irnos, dejar aquello como estaba pero el día que llegue a nuestras casas la supuesta denuncia si es que llega será cuando denunciemos nosotros a estos policías. Y les abrirán un expediente por aquella irregularidad.

Tuvimos miedo, sentimos que llevaban razón y los dejamos hacer lo que querían pero todo tiene un límite y ellos lo sobrepasaron. No podía mantenerme callada.

Por el resto de la noche, cuando se nos pasó el mosqueo y las ganas de bronca, estuvo genial, nos emborrachamos hasta no poder más y cometimos algunas locuras... típicas de personas con hormonas revolucionadas. En fin estamos a la espera de que presuntamente nos llamen para el juicio...