Llegó.

Ayer a las 11 y media de la mañana tocaban en mi puerta para ayudarme a recoger los bártulos y ponernos en marcha a la playa. La playa la tenemos a 15 metros pero ayer como era un día especial, un día de fiesta decidimos cambiar de playa. Tardamos en llegar una media hora, fuimos a comprar alcohol y comida para pasar el día. Ayer no hizo gran día de tomar el sol, e incluso nos cayeron algunas gotas de lluvia a la que le respondimos ocultándonos en las sombrillas de la playa.

A las 3 de la tarde estábamos bastante ebrios y algo poco normal pero era un día especial y fuimos a pasarlo bien, genial, a liberarnos. Eramos 10 personas más chicas que chicos y nos lo pasamos bien. Bebimos, comimos, fumamos, nos mojamos en la playa, pasamos tiempo siendo nosotros y divirtiéndonos.

A las 7 y media estábamos todos en casa duchándonos y preparándonos para ver el partido. No pudimos ser 10 de nuevo viendo el partido por lo que simplemente nos dividimos y vimos el partido en diferentes sitios. Como sabéis ganó España en un partido bastante controvertido y raro al menos.

Llegó la noche y con la celebración de la victoria y todavía bastante alcohol en sangre pensamos que lo mejor era irnos de fiesta y continuar divirtiéndonos. Lo hicimos y hacía algunos días cierto hombre me mandó el siguiente sms:" Me he enterado que sales el sábado a la... quizás nos vemos preciosa".

Por una parte no quería verlo, no quería saber de él y no quería que me obligara a hacer algo que yo no estuviera dispuesta a hacer. Ese quizás sonaba a que lo mismo aparecía en el momento que estuviera ligando con otros chicos o simplemente charlando porque he de decir que tiene el don de la oportunidad siempre apareció en alguna que otra situación.

Tenía un debate mental y me pasé parte de la noche mirando hacia todos lados para ver si lo localizaba pero no hubo suerte. Por un lado me sentía aliviada pero por otro tenía miles de deseos por saber donde estaba, unido a que no tenía saldo en el móvil pues no podía mandarle algún que otro sms ni darle un toque.

Había ligado con un par de chicos bastante guapos y cuando nos volvíamos para casa al salir de la discoteca lo vi. Lo vi sentado en una jardinera que hay a las puertas, cuando lo vi me sentí con calor, con deseo, también estaba furiosa porque casi enloquezco por no haberle visto y eso que me dijo quizás solamente y nada más. Pero fui más lista que él porque hice como que no lo vi y me hice la borracha aunque la verdad que estaba algo ebria pero me daba cuenta de todo.

Cuando pasé por delante de él no se dio cuenta hasta que di unos 4 pasos más cuando me siseó mi nombre y me giré, no debí haberlo hecho!!!!!! me giré a lo desesperada y el se rió. Me descubrió en un segundo que le había estado esperando y me sentí desmontada, desarticulada.

Me dijo:"hola preciosa llevo esperándote desde las 1 de la noche...". No me pude callar y le dije con una voz algo elevada que yo también le había estado esperando pero que no entró. Cuando me dijo que no había entrado porque le habían subido la entrada y le costaba algo caro me sentí imbécil. Deseo, solo sentía deseo porque se había pasado toda la noche esperándome en la puerta de la disco con un amigo que parecía algo aburrido y cansado.

A mis amigos les mentí, les dije que lo conocía de vista, que siguieran para delante y me esperaran al final de la calle. Como sabía que iba a tardar les dije que se fueran que ya me llevaba él a mi casa. Charlamos mucho y descubrió que estaba algo borracha, entramos en un bar de al lado y un chico que había conocido en la discoteca se acercó y me dijo que si estaba bien o me estaba molestando mi acompañante le sonreí y le dije que no se preocupara que si me pasaba algo se lo haría saber, me invitó a unos chupitos lo que subió más aún mi alcohol en sangre y mi acompañante se aprovechó de la situación.

Me robó unos cuantos besos a lo que yo respondí con muecas de enfado pero sin duda me resultaba placentero y entendí algo.

La tentación para superarla debes tenerla a distancia.

Y por otro lado una palabra tuya y una caricia tuya hace que mi mundo a veces tiemble.