miércoles, 21 de julio de 2010

Una imagen que vale más que mil palabras



Simplemente dejé que la soledad me acompañara al mundo que denomino de fantasías.

Decidiste que lo mejor era esto, quedarme sola a esperar que algún día regreses a mi lado, quedarme en esa postura con la única pertenencia que me dejas, con la única esperanza que me dejas.

Mi mundo se tiñe de negro porque el color se fue de mi vida el día que desapareciste. Mi mundo dejó de ser mundo el momento que decidiste no ser más conmigo, no dejar que sea más contigo, no evolucionar con tu presencia y lecciones. Mi mundo se limita a las 4 paredes de mi habitación en las que paso días, noches, tardes, mañanas, pensando en lo bonito que hubiera sido si... Todo si... Porque si... Pero no puedo limitarme a eso y quedarme ahí para no avanzar.

Aunque... Ahora es lo que quiero, quedarme ahí, no avanzar, lo he decidido te necesito y hasta que no aprenda a vivir sin ti, a ser sin ti, a andar sin ti, a hablar sin ti, a pasear sin ti, a estudiar sin ti. Hasta que no aprenda me quedaré aquí, entre estas paredes rezando para que un día las rompas y me encuentres.

Fíjate si soy ilusa que sigo pensando aunque me haya hecho a la idea que un día mi mundo volverá a tener colores. Sigo pensando que vendrás a sacarme de aquí

2 comentarios:

Pilar dijo...

Un día sin darte cuentam, aparece un rayode sol que se filtra por la ventana que no sabías tener, y desde esa luz, el mundo se cuela dentro hasta que las paredes caen.

Anónimo dijo...

Que bonito, y que triste! pero si, tarde o temprano se sale de la habitación, y la vida comienza a ser buena otra vez ;)

Besitosss!!!