sábado, 17 de julio de 2010

Etiquetas




Etiquetas.

Las etiquetas las dictaminamos todos, las ponemos y establecemos todos, etiquetamos en cualquier momento y lugar.
Cuando vamos a comprar el pan, lo etiquetamos, cuando vamos a comprar la comida, la etiquetamos, cuando vemos a alguien acudiendo al médico lo etiquetamos, cuando vemos a alguien por su ropa lo etiquetamos, cuando nos hablan de alguien por la forma en que lo hagan lo etiquetamos.

No me excluyo de ese grupo, pero hago por cambiar esa faceta mía porque sé perfectamente lo que es sentirse etiquetada, lo que es sentirse prejuzgada sin haber hecho nada. Sé lo que es que te siente en la sala del juzgado y directamente pasen a la condena sin escuchar las partes afectadas.

Odio que prejuzguen a gente que no se mete con nadie, odio que prejuzguen a personas sin motivo alguno, sólo porque les mueve un triste rumor.

Las personas que prejuzgan a la gente deberían antes de criticar a nadie pararse a realizar un examen de autoconciencia. Si quedan libres, si después de hacerse el examen salen absueltos entonces son capaces y se ven capaces de criticar y juzgar a los demás.

Jamás tendrán el derecho de juzgar a la gente por su aspecto porque una cosa no quita la otra. Tú puedes juzgar a alguien cuando esa persona cometa el mismo error que tu hayas cometido en el pasado.

Basta de cinismo, basta de sentirse superiores, basta de meterse con la gente para hacerles un daño gratuito, basta ya de tonterías y rumores falsos que no sólo hacen daño a la persona implicada sino también a su familia. Todos tenemos familia y sabemos lo que es y por lo que se pasa, porque cuando criamos fama nos echamos a dormir y no puede ser así. Si es una fama dañina debemos luchar contra viento y marea para detenerla.

Por todo esto damos lugar a las etiquetas, a los códigos de barras y al sistema de castas. Nos conformamos con ser aceptados en nuestro grupo...

La amistad está ante todo y siempre permanece, podemos tener muchas parejas pero quién realmente está con nosotros son los amigos y entre nosotros no usamos etiquetas porqué lo demás si lo hacen, porqué los demás tratan al resto como personas dentro de categorías, porqué en los sistemas de los demás no pueden haber transgresiones y cambios, porqué.

Pues no lo sabemos, creo que esta sociedad, que este país y que este mundo todavía tiene mucho que vivir y muchas etapas por delante para evolucionar...



3 comentarios:

Anónimo dijo...

Es curioso, mi última relación acabo por una etiqueta de "mendrugo" que me pusieron sus padres, y lo más gracioso es que ni siquiera quisieron nunca atreverse a conocerme para ver si era verdad o no. Creo que la clave no es sentirse juez, jurado o esperar a las pruebas para emitir el veredicto; es más ponerse en el papel del acusado y pensar cómo te gustaría que te tratasen a ti.

Saludos.

Claudia. dijo...

Etiquetamos, y la realidad es que las etiquetas siempre son malas, no son de: buena persona, simpática... sino lo contrario.Besos

África dijo...

Yo suelo ser una de esas personas a la que siempre etiquetan de pija sin cerebro, pero sinceramente las personas que piensen eso me son indiferente! (: