Pasearía la pluma por tu dedo, por tu espalda, barriga y pecho para poder así hacer que a tu cuerpo le diera un escalofrío.
El escalofrío pasaría a dejarte una sensación de algo suave y tierno. Somos fans de las cosas suaves y tiernas porque las personas somos así. Frágiles, tiernas, suaves, nos sentimos a veces como esa pluma.
Eso nos sirve para ver que aunque parezcamos sin corazón es una pura fachada.
Cuando la pluma rozó mis labios, éstos se quedaron anestesiados, sintieron toda la calidez que algo tan pequeño me proporcionó, así como se compaginó con la pluma para dedicarme la mejor de las sensaciones.
5 comentarios:
Es a veces el inexistente peso de una pluma el que nos recuerda la carga que portamos.
A veces las mas pequeñas cosas en apariencia insignificantes, tienen la capacidad de provocar en nosotros reacciones o efectos enormes y preciosos.
ojalá los problemas que cargamos a nuestras espaldas pesaran igual que esa pluma. Aunque muchas veces buscamos en las cosas simples su complejidad, por lo tanto hasta la pluma nos pesaría.
Muá
Siento no haberme pasado por la entrada anterior, la verdad esque me gustó bastante.
Me parece genial que te posiciones hacia el bando que creas mas justo.
Saludoss
Podría ocurrir que todo fuese como una pluma...
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