viernes, 23 de julio de 2010

Just me from the mirror



En el espejo. Me encuentras en el espejo mirando si he cambiado alguna pizca de mi ser. Mirando si ha cambiado algún sentido de mis palabras, si ha cambiado la posición de mi mente, de mis ojos o de mi alma.


El espejo que da mucho para hablar de él. "El espejo del alma son los ojos", según algunos.

En el espejo te encuentras cada mañana al levantarte e ir al baño. Te miras para encontrarte con tu yo interior que te pide a la velocidad del rayo una ducha, un lavado de dientes y un café cargado para recuperar la cara que tenías ayer a las 10 de la mañana. El espejo a media mañana antes de entrar en una reunión te dice que debes asearte y retocarte para estar presentable y que no piensen nada malo de ti.

El espejo es tu mayor compañero cuando vas conduciendo, el espejo es tu gran compañero. Cuando tu espejo interior ve que te adentras en la jungla sin salida de los sentimientos a veces se vuelve fuerte y es difícil romperlo porque cuesta mucho trabajo y esfuerzo. Ese espejo que a veces nos salva vidas.

Nos miramos en él y a veces nos preguntamos porqué nos pasan cosas a nosotros y porque en esos justos momentos. No encontramos la respuesta porque no hay respuesta posible para ese tipo de preguntas. Ese tipo de preguntas serían como preguntar mirando al cielo porqué dicen que Dios lo creó todo. Grandes preguntas que podrían dar grandes y largas respuestas pero no hay que molestarse en buscarlas porque tardaríamos 3 vidas en encontrarlas.

Ese espejo que decora tu salón o tu baño. Ese espejo que nos acompaña a donde vamos en el bolso o la maleta. Ese espejo que es nuestro gran amigo hasta que intentamos buscar otra cara.

Ese espejo que cuando te quitas el maquillaje te muestra tu cara real antes de acostarte, porque piensa que deberías irte a la cama sabiendo que eres tu la persona y que simplemente quieres ser única, transparente, lo que tú te demandas de ti mismo.

Ese espejo al que le da igual en lo que devenimos porque siempre está con nosotros aunque nos convirtamos en monstruos sociales o en personas desagradables y el espejo está ahí para recordarnos nuestro aspecto tanto exterior como interior.

¿A veces deberíamos revelarnos contra ese espejo del alma o de tu habitación?



3 comentarios:

galmar dijo...

creo que a veces nos vemos más reflejados en otras cosas que en un espejo, y sí, habría que rebelarse de vez en cuando :) feliz fin de semana!!

África dijo...

Tu blog es uno de los que mas me gusta las entradas, suelen ser muy interesantes y bastante coherentes! (:

Pilar dijo...

A veces, lo fantástico del espejo es cruzar al otro lado, y bucear en lo que no somos, o no mostramos.